Hotel La Venta de Goyo

La Venta de Goyo es, desde hace décadas, lugar de parada y descanso en el camino de viajeros, cazadores, pescadores y apasionados de la naturaleza.

A principios del siglo XX eran muchos los comerciantes y pasajeros que buscaban refugio en el camino que unía Salas de los Infantes y Nájera y hacían parada en este enclave, en el Alto Najerilla, bordeado por la sierra de Demanda y la del Camero Nuevo.

Fue en 1930 cuando Goyo Jiménez, junto a su mujer Isabel, convirtieron este lugar, que daba ya acogida a los viajeros, en la Venta de Goyo. Los caminos en aquella época eran largos y duros, sometidos al frío del invierno o al castigo del sol en verano. Goyo e Isabel habilitaron varias habitaciones para reconfortar a sus huéspedes y abrieron su comedor, que pronto se hizo muy conocido en todo el entorno.

Así, caminantes, trashumantes, tratantes y comerciantes que llevaban vino y grano a la zona acudían al abrigo de la casa de Goyo para comer y descansar cuando les alcanzaba la noche.

Tras varias remodelaciones para mejorar las instalaciones, en los años 70 la Venta de Goyo abre su hotel y amplía su restaurante, manteniendo siempre el estilo familiar, acogedor y rústico de la antigua posada.

Los hijos y nietos de Goyo continúan hoy con la tradición familiar y reciben, con el mismo calor de antaño, a quienes deciden hacer una parada en su camino y a todos aquellos que acuden al restaurante para disfrutar de una buena comida.